MANIFIESTO CONTRA LA GUERRA.
De nuevo nuestra conciencia se debate entre las historias que nos cuentan y lo que vemos con nuestros propios ojos. En el mejor de los casos y considerando que tenemos tan poca información de una parte como de la otra, nos debatimos entre la convicción y la duda, no de que la guerra sea justa que ya sabemos que no lo es, sino sobre los motivos que la han provocado, de la poca firmeza de los argumentos que nos dan y del absoluto desconocimiento que tenemos de cómo hemos llegado a esta situación siniestra.
De nuevo nuestra conciencia se debate entre las historias que nos cuentan y lo que vemos con nuestros propios ojos. En el mejor de los casos y considerando que tenemos tan poca información de una parte como de la otra, nos debatimos entre la convicción y la duda, no de que la guerra sea justa que ya sabemos que no lo es, sino sobre los motivos que la han provocado, de la poca firmeza de los argumentos que nos dan y del absoluto desconocimiento que tenemos de cómo hemos llegado a esta situación siniestra.
Nos dicen que esta vez vamos con el aval de las Naciones Unidas que
autoriza a la Comunidad internacional a atacar Libia basándose en el
“principio de responsabilidad de proteger” que se adoptó en 2005. Sin
embargo ¿por qué no protegen igualmente Bahrein, Yemen o Siria? ¿Acaso
no sufren sangrientas matanzas provocadas por sus dictadores?
Nos cuesta entender como esta Comunidad internacional representa a
los países democráticos cuando no cuenta con Alemania, Rusia, China, la
India, Turquía ni con la mayoría de países de Latinoamérica. Tampoco
vemos que responda como nos dicen, a una misión humanitaria, porque los
ataques ya han provocado muchas más víctimas de las que había, y porque
si es así no entendemos por qué no socorren igualmente a los saharauis o
por qué la comunidad internacional ni siquiera parpadeó cuando a
principios de 2009 los israelíes, en quince días y con ataques por
tierra mar y aire, acabaron con la vida de más de 1500 personas en Gaza.
Hemos aplaudido las victorias populares en Túnez y Egipto mediante
ejemplares revoluciones no-violentas. Hubiéramos querido que, cual
fichas de dominó, los demás dictadores hubieran caído mediante parecidos
procesos pacíficos de manifestaciones callejeras y huelgas obreras.
Esto no ha podido ser así en varios países árabes: en Bahrein una
coalición militar encabezada por Arabia Saudí ha invadido esta pequeña
isla para frenar la revuelta popular sin que la ONU haya movido un dedo.
Y en Libia, Yemen y Siria la violencia del estado se ceba contra los
opositores.
Claro que Gadafi es un dictador, pero también lo era cuando lo
recibimos con honores en España, Francia, Italia o Gran Bretaña. El Rey
de España fue recibido en Libia con las mayores pruebas de amistad y
respeto. Nunca lo denunciamos por ser dictador ni siquiera se lo echamos
en cara. Tuvimos 40 años para hacerlo pero no lo hicimos, es más,
incluso le dimos la Llave de Oro de la Villa de Madrid y le dejamos
plantar su lujosa Jaima en los jardines de El Pardo. Era gracias al
petróleo que nos enviaba, claro, y ¿no será que ahora queremos más y ya
no aceptamos depender de la voluntad de un loco? Sí, todo parece indicar
que ésta es la razón, así al menos lo reconoció el congresista de los
Estados Unidos Ed Markey en la cadena MSNBC el pasado 22 de marzo:
"Estamos en Libia por el petróleo...”.
Y encima aquí nos lo niegan. ¿Qué pensar?
Rosa Regàs
Fuente: PAZ AHORA. Sitio web: www.pazahora.org
ESTE MANIFIESTO HA SIDO REDACTADO POR ROSA REGÁS, escritora y ex-directora de la Biblioteca Nacional de España.
Se invita a firmar el manifiesto
tanto a personas a título individual, como a representantes de
organizaciones pacifistas, solidarias, ONG, partidos políticos y
sindicatos. Al lado de cada persona firmante puede hacerse constar la
profesión y ,en su caso, a la entidad a la que se pertenece. Para
firmar se ruega que pinchen en una link que encontrarán al final del
MANIFIESTO.
INVITAMOS TAMBIÉN A DIFUNDIR EL TEXTO, QUE ES ABSOLUTAMENTE "COPY-LEFT"
3 comments
Es un verdadero placer y una razón para mantener la fe en el género humano saber que Rosa Regas dice estas cosas y que tú, un tipo cabal, las difundes.
ResponderEliminarUn abrazo del 134 ( tres más que tú)
Viniendo de ti, esas palabras son doblemente gratificantes. Espero que la vida te esté mostrando su mejor cara y que estés genial.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti del 131 (Supermirafiori).
Ya he firmado y creo que el texto es tan unificador, que aún estando en dudas de si una intervención armada puede ayudar o no, lo que ya está clarisimo es que los intereses no son los de salvar al pueblo sino salvar los intereses económicos y de mercado. Lo comparto.
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