La muerte vive aquí. (carta contra el Cáncer II)
By Fco. Cecilia - domingo, diciembre 29, 2013
Algunos no sabemos decirlo tan bonito como el y yo me alegro de que lo haga. Me alegro de que Manuel comparta con nosotros sus sentimientos rotos y sus dudas como lo hace. Con "El Miedo - (carta contra el Cáncer)" nos trasladó alguna de sus reflexiones y dudas junto a su hermano en la lucha contra esta maldita enfermedad. Ahora nos deja una segunda carta que espero desde luego le sirva de desahogo, como mínimo, pero que además sea para todos nosotros un buen motivo para despertar si aún estamos dormidos.
Un despertar de solidaridad que surja y se distribuya, que se comparta y llegue al último de los corazones de esta sociedad en la que decidimos que regalo elegir para reyes, que comprar para la noche de fin de año o que ponernos para estar guapos mientras a nuestro alrededor el "hijo de puta del Cáncer" no descansa, ni siquiera en navidad. Como Manuel nos cuenta y de ahí el titulo de la carta "La muerte vive aquí", entre nosotros, en los pasillos del hospital, llevándose cada poco tiempo a alguien que queremos.
Una solidaridad que debe alcanzar a todos los estamentos sociales, la política, la economía, los recursos, la medicina, la investigación... Porque no está bien que dejemos que las enfermedades nos venzan, nos ganen la batalla por nuestro propio egoísmo. Cada día está más cerca la hora de que Manuel diga adiós a su hermano Carlos, un adiós parecido al que tu o yo dimos a nuestra madre, a nuestro padre, a nuestros hermanos o abuelos, a nuestra sobrina.... a tantas y tantas personas que nos han dejado después de luchar contra el Cáncer y ser vencidos.
Que sirva esta carta de Manuel como desahogo. Pero desde aquí, que sirva también de recuerdo negro para todos aquellos "Malditos" que en algún lugar y en algún momento tuvieron en su mano decidir y dijeron NO a la lucha contra este "hijo de puta del Cáncer" que tanto daño hace a quien se va y a quien se queda. Que sirva de bofetón dialéctico, de insulto y acicate para todos aquellos que elegidos por nosotros para defender a las personas y su bienestar, se doblegan al egoísmo de unos pocos y abandonan a todos..., porque más tarde o más temprano, todos y todas pasaremos junto al "hijo de puta del Cáncer".
Manuel, un abrazo enorme de corazón.
LA MUERTE VIVE AQUÍ. (carta contra el Cáncer II)
Miro desde la oscura habitación a través de una ventana grande, que me aisla del mundo exterior. Miro una y otra vez, otra y otra más, pero siempre acabo girando la cabeza hacia el lado izquierdo. Mi hermano no consigue dormir a pesar del arsenal de medicamentos que le suministran.
Me levanto de vez en cuando solo para estirar las piernas, doy unos pasos por ese maldito pasillo, hacia la izquierda las habitaciones terminadas en 20, en el lado derecho terminan en 10, pero todas guardan dentro de sí algo parecido, personas enfermas, terminales los llaman.
Llevamos aquí 10 días y he visto cambiar los nombres de casi todas las habitaciones, algunas varias veces. Primero estaba Luis, luego Pedro, ahora María y continúa este macabro desfile de condenados. La muerte vive aquí, no para, cumple su macabro cometido cada hora de cada día, sin parar, es cruel, terrible.
Y todo continúa. Mi hermano no descansa, se queja mucho, tiene fuertes dolores abdominales y la morfina es insuficiente. Le doy masajes en la zona del hígado, le alivia poco, pero que más puedo hacer . Entre bolsa y bolsa de suero, más morfina, menos dolor y algunos minutos dormido que aprovecho para seguir escribiendo.
Más dolor, se despierta, me mira, me pregunta : por qué duele tanto?. Levanta su brazo derecho y me rodea el cuello, quiere abrazarme y yo le aprieto contra mí hasta que noto que vuelve a quedarse adormilado.
Mucho dolor, cada uno a nuestra manera y me gustaría poder arrebatarle todo el suyo aunque sólo fuera un rato, unos minutos, segundos. Lágrimas, muchas lágrimas, en estos días he llorado más que en muchos años y aún así no puedo parar, siempre a solas, no lo puedo compartir.
Esta misma tarde estaba "bien ", incluso me ha pedido un capricho para merendar, sólo he tardado 45 minutos y ya había cambiado todo, no lo ha podido probar, en su lugar más medicamentos.
!Muerte, maldita seas!, no sólo te lo vas a llevar, sino que además le haces sufrir, le torturas, nos torturas a todos. Demasiada crueldad.
Llueve y hace frío, pero nada comparado con el frío interior que me produce imaginar el final de todo esto, tiene que pasar, lo sé desde hace un mes y medio, he tratado de mentalizarme, de imaginar lo que haría llegado este momento, pero no, es imposible, no puedo asimilarlo sin más, es demasiado fuerte para mí.
Porqué no nos enseñan a vivir en este estado, por qué nadie nos prepara para algo tan desgarrador como esto?
Parece que ahora ha cogido el sueño durante un rato. Duerme Carlos, duerme y no sufras, ya nada merece la pena. Todo lo anterior, todos los problemas que creías que eran problemas y ya ves, no eran nada comparado con esto, pero al fin y al cabo ya no sirve de nada y lo peor de todo esto es que no voy a ser capaz de saber de que servirá tu muerte. Cambiará algo? El mundo será mejor sin ti? La lucha contra el cáncer avanzará después de haberte ido?.
Manuel |
Mucho me temo que no, todo será igual, tu habitación cambiará de nombre y la guadaña despiadada de la muerte seguirá impasible en este pasillo terminal.
Llueve sin parar y el frío interior que siento ya no me deja seguir.
"Cuando muere alguien que nos sueña, muere una parte de nosotros "
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