Aquel que me conoce sabe que me gusta mojarme, me es difícil, si no imposible permanecer callado y en silencio a la vista de la desigualdad o la injusticia. Desde dejar clara una opinión hasta luchar por poder defenderla y desde luego, ser eco en la medida de mis posibilidades de aquellos que gritan auxilio.
En lo sentimental también me gusta, "mojarme contigo", me encanta la lluvia y quien esta cerca de mi lo sabe. Por malo que el día sea es esencial empaparse de él, de su belleza, de su color y del amor, que aunque escaso siempre aparece en algún resquicio entre esas malditas nubes oscuras de las que se cubre el destino.
Me gusta empaparme de felicidad, me gusta caminar bajo la lluvia y calarme poco a poco hasta los huesos, de portal en portal intentando escapar mientras busco la sonrisa cómplice y el beso robado. Me ha vuelto a pasar como en la película, y será por eso que me llamó la atención y decidí mojarme en la lectura con "DEJARSE LLOVER", desde el título.
La ocasión viene dada rompiendo la tan nombrada buena costumbre de leer primero y ver después. Echar mano de esta novela en la que se inspira la película de Fernando León de Aranoa "Un día perfecto" después de verla, posiblemente es un error, pero así lo ha querido el destino y de hecho la novela que fue escrita en el 2014, pasó desapercibida hasta recibir el empujón mediático de la película.
Por mucho que me empeñe, nadie mejor que el director de la película o la propia autora del libro, para abrir con su prologo el primero y para dejar patente su estilo la segunda en dos pequeños recortes de texto:
..."Su novela es un recorrido por el paisaje minado y laberíntico de un conflicto armado que evita los escenarios bélicos recurrentes y se ocupa de otra guerra, de la guerra silenciosa, esa que trasciende los frentes y los acuerdos de paz y perdura en la amenaza callada de las minas, en la ruleta de los controles militares, en el odio larvado de tus vecinos y en el dolor de las madres, que es tres veces dolor". (texto del prologo de Fernando León de Aranoa)
"La lluvia solo es agua que cae, que no sabe de guerras ni de iras, ni de justicias o injusticias, que solo moja y así va dejando su huella. Ojalá las cosas muchas veces fueran así de sencillas. Ojalá lloviera más a menudo". (Paula Farias)
Seguro que con este puñado de letras tienes suficiente para despertar el interés en su lectura. Una lectura y una reflexión sobre la guerra y sobretodo sobre las personas. Sobre la crueldad del silencio de unos y otros, el transcurrir del tiempo como propósito para alcanzar el día siguiente aún vivos.
Un silencio que a nada que pensemos seremos capaces de reconocer incluso en nuestros gobiernos y políticos. Un silencio que en mi modesta opinión permite que los señores de la guerra y los poderosos sigan acumulando riquezas sobre el dolor cotidiano de los inocentes ciudadanos en cientos de guerras.
Paula Farias dice sobre la crisis de los refugiados: "Europa no está a la altura de su nombre"....., "se discuten cifras ridículas de acogida», dice indignada. «Cuando algún día revisemos lo que está ocurriendo se nos caerá la cara de vergüenza. Se alude a la retórica y a discursos complejos, se disfraza la realidad con razones políticas y geoestratégicas, pero todo es mucho más sencillo, hay gente a la que están matando y no les dejamos entrar o les decimos que para entrar tienen que cruzar un lago lleno de cocodrilos, ¿quién es el villano de este cuento?".
Merece la pena leer a esta mujer. El libro es escaso y parece escrito para los cortos de vista con una letra que casi se sale de las páginas comparada con esos libros de bolsillo que encorsetan el texto tanto que solo una lupa puede sacarnos del apuro. No ha durado en mis manos un solo día de lectura y varios cafés. Quizá demasiado corta y fácil lectura que te deja empapado con sus letras, sus mensajes y reflexiones esperando algo más.
Un libro sencillo y fugaz, sobre un tema tan doloroso como la guerra que se deja leer como llover y que ha tenido una estupenda y en mi opinión mejor y más trabajada respuesta, en la película.
Dejarse llover, ha sido mi primera lectura de otoño.
Un libro sencillo y fugaz, sobre un tema tan doloroso como la guerra que se deja leer como llover y que ha tenido una estupenda y en mi opinión mejor y más trabajada respuesta, en la película.
Dejarse llover, ha sido mi primera lectura de otoño.
Título: Dejarse llover.
Editorial:Suma de Letras, 2015. 136 páginas PVP: 9,90 €
Autora: Paula Farias.
Sobre la autora: Médico, trabajadora humanitaria y escritora.Navegó como activista durante unos años en los barcos de Greenpeace para después durante 17 años de su vida dedicarse a ejercer la medicina en las guerras de kosovo, Afganistan o Sudán con Médicos sin fronteras, siendo elegida presidenta de esa organización de 2006 a 2011. La novela inspira la película "Un día perfecto" de Fernando León de Aranoa.
"Quería contar como el horror se puede convertir en algo cotidiano que se te va metiendo en el cuerpo, y cómo se puede convivir con él sin ruido. Quería contar lo que hay en los silencios de la guerra".
PAULA FARIAS
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