El Palacio de Miramar fue construido en 1893 por encargo de la realeza española, su estilo es inglés y también se le nombra como palacio municipal Miramar o Palacio Real. Desde que Isabel II comenzó a veranear en la ciudad a mediados del siglo XIX para poderse bañar en las aguas del mar Cantábrico y después con la reina María Cristina, esposa de Alfonso XII, el palacio se convirtió en residencia real y centro de atención.

Bajo parte de los jardines pasa un túnel que en principio se dejó para el paso de los tranvías de la Compañía de San Sebastián y de la que ahora es la carretera que incluye un carril bici muy transitado que une esta zona con "La Parte Vieja". Una estupenda arboleda permite un pequeño paseo hasta la Parroquia La Antigua en la parte trasera del palacio.

Con la II República, después de la muerte de la reina María Cristina en 1929, el palacio pasa a manos del Ayuntamiento de San Sebastián en 1933 para servir de residencia de verano para el Presidente de la República y parte de sus dependencias pasan a ser empleadas con fines educativos y culturales.

Con el Franquismo fue devuelto a la Casa Real y a partir de ahí hasta año 1972 en el que el Ayuntamiento compró a Don Juan de Borbón lo que quedaba después de que este vendiera la mayor parte de los terrenos para viviendas. Los 80.000 m² iniciales se quedaron en 34.136 m². Actualmente los jardines y el palacio pueden visitarse por los ciudadanos y turistas durante el día

El Palacio de Miramar mantiene su aspecto externo original y es habitual la celebración de ciertas fiestas en sus jardines y zonas nobles, principalmente las del Festival de Cine de San Sebastián. Sentarte en el césped o bajo los árboles frente a la "Bahía de La Concha" y gozar de sus vistas era antes solo placer de la realeza, ahora es tuyo y no tiene precio.