El viaje ha sido un lujo. Hemos tardado algo menos de diez horas desde Madrid y acabamos de aterrizar en el aeropuerto internacional de New Delhi en la India. Recorremos unos kilómetros desde la terminal 3 hasta la salida y nos damos cuenta nada más salir, que las reglas han cambiado. Estamos saliendo de un aeropuerto con un transito de más de 60 millones de personas al año y eso se nota en los peatones y vehículos que no dejan de pitar frente a la terminal.
Advertimos para nuestra seguridad, que los pasos de peatones están de adorno y que los vehículos circulan en sentido contrario al europeo, lo que convierte atravesar la calzada en toda una aventura que superamos gracias a la intervención como si de agente de tráfico se tratara, de nuestro acompañante de BidTravel (en India CapTravel) que nos llevó de inmediato a nuestro hotel, el Holiday Inn New Delhi Mayur Vihar.
Después del chec-in, subimos maletas y nos dispusimos a comenzar nuestra visita a la capital de la India. Hasta la mañana siguiente no comenzaba nuestro tour, así que con un vehículo taxi nos dispusimos a la aventura y atravesar la ciudad del caos, con una extensión de casco urbano cercana a los 2.000km2 (una cuarta parte de la comunidad de Madrid) y una población cercana a los 20 millones de habitantes.
El entramado de carreteras, carriles y tráfico haciendo un uso constante del claxon es de locura y nos mantiene pendientes hasta llegar a nuestros primeros destinos, el Templo del Loto y el complejo de Akshardham, que no entraba en las visitas organizadas con nuestra agencia, pero que previamente antes de salir de Madrid había estudiado como posibilidad para aprovechar la primera tarde en la India.
La cena fue en un lugar muy tranquilo y acogedor que nos habían recomendado por su comida típica, su trato y buen precio, el Restaurante Rendezvous, donde por primera vez degustamos la picante comida india y sus deliciosos postres, con la cerveza kingfisher, que nos acompañó durante todo el viaje. Decidimos entonces que durante todo el viaje iríamos degustando los diferentes platos de la gastronomía india, eso sí, más ligeros de picante.
Al día siguiente por la mañana junto con nuestros amigos iniciamos el recorrido programado, por cierto, si os gusta ver amanecer, os podéis quedar una hora más en la cama ya que la contaminación de Delhi no permite ver el sol en el horizonte y solo es posible cuando gana altura. La fotografía que ves aquí está sacada desde el hotel al despertar el primer día. Increíble.
En el mapa de "10 días en la India" del artículo anterior están señaladas las localizaciones más importantes de nuestro viaje. Los datos sobre monumentos, templos, fortalezas o palacios están al alcance de Google, así que os dejo solo una pequeña reseña de estas visitas y añadiré algunas anécdotas, apreciaciones o puntos de vista particular, que os puedan servir como información por si os aventuráis algún día a hacer este maravilloso Viaje a la India.
* recordar que pinchando en las imágenes las veréis a mayor tamaño.
Lo que más nos llamó la atención además del emplazamiento en unos enormes jardines rodeados de piscinas de agua y por supuesto su estructura, es la enorme cantidad de personas de todas religiones y razas que en silencio permanecen orando en su interior bajo la alta cúpula desprovista de columnas. No existe imagen u objeto que pueda dar a entender la inclinación hacia una religión u otra en el complejo y sus puertas están abiertas a cualquier persona que respete a las demás, tengan la creencia que tengan.
Desde antes de poder acceder al complejo los controles son férreos y las mujeres y hombres deben pasar por arcos de seguridad. No solo no está permitido el uso de cámaras o teléfonos móviles, sino que no se puede acceder con ellos y deberás dejarlo en las taquillas externas o en el coche.
Hay miles de hindúes que sonrientes recorren los templos. Me dio la impresión de ser un lugar de esparcimiento, de paseo y de tranquilidad donde pasar el rato e incluso ver algún espectáculo de luz y agua una vez anochecido. Solo es necesario quitarse los zapatos para visitar el templo central, pero merece mucho la pena. Es realmente muy bonito.
Por si os llama la atención, aquí podéis descargaros la guía para visitantes de Akshardham en diferentes idiomas entre los que se encuentra el español.
En el patio central un pequeño estanque sirve para que los fieles laven sus pecados y se purifiquen antes de acceder al templo para sus rezos. Nos llamó la atención poder acceder al lugar de culto donde arrodillados rezan sus oraciones.
Hay que descalzarse de nuevo para entrar en él y te cuidan las zapatillas por 10 rupias. Las mujeres deben cubrirse con un sari rudimentario de tallas exageradas. Hay que pagar por acceder con cámara de fotos, pero merece la pena por 300 rupias poder fotografiar esta maravilla.
El entramado de carreteras, carriles y tráfico haciendo un uso constante del claxon es de locura y nos mantiene pendientes hasta llegar a nuestros primeros destinos, el Templo del Loto y el complejo de Akshardham, que no entraba en las visitas organizadas con nuestra agencia, pero que previamente antes de salir de Madrid había estudiado como posibilidad para aprovechar la primera tarde en la India.
La cena fue en un lugar muy tranquilo y acogedor que nos habían recomendado por su comida típica, su trato y buen precio, el Restaurante Rendezvous, donde por primera vez degustamos la picante comida india y sus deliciosos postres, con la cerveza kingfisher, que nos acompañó durante todo el viaje. Decidimos entonces que durante todo el viaje iríamos degustando los diferentes platos de la gastronomía india, eso sí, más ligeros de picante.
Al día siguiente por la mañana junto con nuestros amigos iniciamos el recorrido programado, por cierto, si os gusta ver amanecer, os podéis quedar una hora más en la cama ya que la contaminación de Delhi no permite ver el sol en el horizonte y solo es posible cuando gana altura. La fotografía que ves aquí está sacada desde el hotel al despertar el primer día. Increíble.
En el mapa de "10 días en la India" del artículo anterior están señaladas las localizaciones más importantes de nuestro viaje. Los datos sobre monumentos, templos, fortalezas o palacios están al alcance de Google, así que os dejo solo una pequeña reseña de estas visitas y añadiré algunas anécdotas, apreciaciones o puntos de vista particular, que os puedan servir como información por si os aventuráis algún día a hacer este maravilloso Viaje a la India.
* recordar que pinchando en las imágenes las veréis a mayor tamaño.
El Templo del Loto:
Se trata de la Casa de adoración Bahá'í en Delhi, a la que se conoce popularmente como templo del Loto por la forma en que su construcción y estructura de hormigón revestido de mármol se asemeja a los pétalos de la flor. Para información: Solo están permitidas las fotos en el exterior y en el templo se debe entrar sin zapatillas.Lo que más nos llamó la atención además del emplazamiento en unos enormes jardines rodeados de piscinas de agua y por supuesto su estructura, es la enorme cantidad de personas de todas religiones y razas que en silencio permanecen orando en su interior bajo la alta cúpula desprovista de columnas. No existe imagen u objeto que pueda dar a entender la inclinación hacia una religión u otra en el complejo y sus puertas están abiertas a cualquier persona que respete a las demás, tengan la creencia que tengan.
Akshardham:
Akshardham es un complejo de templos hinduistas de construcción moderna en el que se muestra la historia de milenios de cultura, religión y arquitectura hindú. La deidad del templo es Swaminarayan, por lo que también es conocido con ese nombre.Desde antes de poder acceder al complejo los controles son férreos y las mujeres y hombres deben pasar por arcos de seguridad. No solo no está permitido el uso de cámaras o teléfonos móviles, sino que no se puede acceder con ellos y deberás dejarlo en las taquillas externas o en el coche.
Hay miles de hindúes que sonrientes recorren los templos. Me dio la impresión de ser un lugar de esparcimiento, de paseo y de tranquilidad donde pasar el rato e incluso ver algún espectáculo de luz y agua una vez anochecido. Solo es necesario quitarse los zapatos para visitar el templo central, pero merece mucho la pena. Es realmente muy bonito.
Por si os llama la atención, aquí podéis descargaros la guía para visitantes de Akshardham en diferentes idiomas entre los que se encuentra el español.
Jama Masjid:
La Jama Masjid es el principal centro de culto para los musulmanes en Delhi. También es llamada la mezquita del Viernes (día sagrado para los musulmanes) porque es el día que cierra sus puertas para el culto. Su famoso patio puede albergar hasta 25.000 personas y tiene cuatro puertas de entrada mediante escaleras ya que está construido en un pequeño promontorio.En el patio central un pequeño estanque sirve para que los fieles laven sus pecados y se purifiquen antes de acceder al templo para sus rezos. Nos llamó la atención poder acceder al lugar de culto donde arrodillados rezan sus oraciones.
Hay que descalzarse de nuevo para entrar en él y te cuidan las zapatillas por 10 rupias. Las mujeres deben cubrirse con un sari rudimentario de tallas exageradas. Hay que pagar por acceder con cámara de fotos, pero merece la pena por 300 rupias poder fotografiar esta maravilla.
Chandni Chowk:
Nada más salir de Jama Masjid, nuestro guía nos tenía preparada otra aventura. Atravesar Chandni Chowk hasta el fuerte rojo sobre un Rickshaw, en esencia un carrito ligero de tres ruedas tipo triciclo que funciona a base de esfuerzo físico del conductor. En alguna pequeña cuesta puso pie en tierra para poder llevarnos a Merche y a mi por las estrechas calles del mercado local. Las calles no están bien empedradas y son desiguales lo que convirtió el uso de mi Nikon D850 en un imposible.
Nos quedó claro que Chandni Chowk es uno de los mercados más antiguos y de mayor actividad en Delhi. No había espacio libre en la calle, las mercancías, los puestos callejeros de comida, los vendedores ambulantes y los transehuntes dejaban el espacio estrictamente necesario para que como en el tetris, nuestro rickshaw esquivara los miles de obstáculos hasta nuestro destino mientras con el móvil intentábamos recoger algún vídeo o foto del famoso mercado.
Vimos pocos turistas a pie, lo que nos indica que es un mercado principalmente local. El traqueteo nos llevó en unos diez minutos escasos a las puertas del Fuerte Rojo donde bajamos para hacer una fotografía lejana.
Raj Gath:
El Raj Ghat es un memorial en recuerdo del Mahatma Gandhi. Esta ubicado junto al río Yamuna a su paso por Delhi y desde que accedemos al recinto se respira paz y tranquilidad. Los espacios verdes y los árboles están perfectamente cuidados y podemos ver a las mujeres y los hombres como arrancan una a una las hojas secas de los arbustos y las flores.
Una losa de mármol negro marca el lugar de la incineración de Gandhi el 31 de enero de 1948, un día después de ser asesinado. En ella se puede ver perfectamente las únicas palabras de todo el memorial escritas en sánscrito y que según nos indicó Dev, significan "¡Oh señor!", que al parecer son las últimas palabras que pronunció el gran líder antes de morir.
Es un lugar muy sencillo y limpio que refleja en esencia la personalidad y el mensaje de Gandhi. Es difícil de explicar la magia y la emoción que transmite el estar en un lugar así. Dan ganas de tumbarse en el césped como hacen los habitantes de la ciudad y disfrutar de la paz que allí reina.
Un farolillo con una llama constante recuerda que allí se encuentran algunas de las cenizas de Gandhi, el resto fueron esparcidas en la corriente del Ganges como los restos de muchos otros indios.
Gurdwara Bangla Sahib:
El Gurdwara Bangla Sahib es el principal templo sij de la ciudad de Delhi. Desde lejos se puede ver su peculiar cúpula dorada en lo alto del edificio blanco. Nunca pensé que tal ostentación de la arquitectura sikh escondiera una organización autónoma que con el permiso del gobierno Indio administra instituciones educativas, hospitales, hogares de ancianos, bibliotecas y comedores de caridad como el que pudimos visitar
El Sikh debe cumplir con su deber a su familia y a la comunidad con una vida de actos nobles y palabras amables. Os aseguro que nos sorprendió poder acercarnos a los comedores sociales, a las cocinas, poder hacer la masa del pan con ellos mientras nos sonríen. Fue muy emocionante y sin duda uno de los momentos más gratificantes de nuestro viaje.
Bajo la belleza de la arquitectura sikh se construye una sociedad solidaria para los pobres y los hambrientos con una multitud de voluntarios que consideran el trabajo hacia los demás la forma de acercarse a una vida pura.
Dejamos el Gurdwara Bangla Sahib con una enorme sonrisa y una emoción contenida. No todo son ofrendas a los dioses, ayunos y peregrinaciones, hay personas que dan su tiempo y su trabajo por los demás. Preciosa e imprescindible visita.
India Gate:
La idea al construir la Puerta de la India era conmemorar a los soldados indios que murieron en la I Guerra Mundial y en las Guerras Afganas de 1919. En sus piedras se pueden leer tallados, los nombres de los soldados y además bajo el arco se puede ver la llama eterna (Amar Jawan Jyoti - la llama del guerrero inmortal) que marca la tumba del soldado desconocido en los enfrentamientos entre India y Pakistán.
Tiene un buen tamaño, mas o menos como la Puerta de Alcalá en Madrid y está rodeada de jardines donde las familias pasan el día y se celebran un buen número de festividades como el día de la República. En el camino de los reyes, donde se encuentra, hay un buen número de vendedores de comida y helados así como ambulantes. Allí compramos nuestro primer lote de pulseras de colores a una joven hindú.
La verdad es que no es demasiado llamativa, pero la Puerta de la India es uno de los monumentos más representativos de Delhi y visita obligada. Desde allí, nuestro guía Dev nos llevó hasta nuestra última visita en Delhi, el Complejo de Qutb y por el camino nos mostró la zona de edificios de la presidencia Rashtrapati Bhavan y algún ministerio al pasar con nuestro vehículo. Aunque no se podía parar, dimos varias vueltas mientras nos daba las oportunas explicaciones.
Complejo de Qutb:
Sin duda es la mejor opción de visita para despedirnos de Delhi. Al final de la tarde el Qutab Minar muestra unas preciosas tonalidades al esconderse el sol y sus grabados en las piezas de arenisca roja aparecen más llamativos si cabe. El complejo Qutb es un conjunto de edificios y monumentos, el Qutab Minar, el Alai Minar, la mezquita Quwwat-ul-Islam, su puerta de entrada Ala-I-Darwaza o el Pilar de hierro, están considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y la verdad es que no me extraña en absoluto.
El Qutab Minar es el monumento más famoso y tiene 72,5 metros de altura construidos con ladrillos rojizos y mármol. Un minarete que puede ser visto desde cualquier punto del complejo con una pinta espectacular. Hubo un segundo intento para conseguir superar su altura, pero el Alai Minar, que así se llama quedó en menos de 25 metros de altura con su primera planta. La mezquita y el mausoleo de Iltutmish que está al lado son preciosas y merecen un buen paseo con tranquilidad.
Finalizamos el día y salimos hacia el hotel con la sensación de haber cumplido nuestro propósito de conocer Delhi. Es obvio que esta ciudad tiene sus cosas buenas y no tan buenas, pero todas ellas en un conjunto que a mi personalmente me han llenado. Quizá sean necesarias más visitas para conocerla de verdad, pero eso tendrá que ser en otra posible ocasión. Mañana, después de desayunar continuamos viaje.
Algunas fotografías más de DELHI:
* todas las fotografías de este artículo
se han realizado con una cámara Nikon D850
Seguir viaje:
2ª Etapa - JAIPUR
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