Viaje a la India VI - Khajuraho y el Kamasutra
By Fco. Cecilia - martes, febrero 20, 2018
Llegamos a Khajuraho, la "Ciudad del Kamasutra" ya caída la tarde. Nos alojamos en el Hotel Clarks, a un paseo de la población y del aeropuerto, con lo que el transporte es sencillo y rápido sin el caos que soportamos en otras ciudades de nuestro Viaje a la India. El guía de BidTravel nos espera en el hall y después de la presentación, preparamos la ruta para por la mañana.
Khajuraho se encuentra en el estado de Madhya Pradesh, India, con una población de unos 40.000 habitantes y su mayor reclamo son sus 22 templos que aún se encuentran en pie, de los 80 que originariamente construyeron entre los años 950 y el 1050. La mayoría de ellos son hindúes, aunque los hay jainistas y están en varias zonas diferenciadas a las que se accede sin mayor problema después de un pequeño control policial. Como ya os conté, en esta parte del viaje eramos tres, Merche, Julian y yo, que continuamos viaje unos días más para viajar desde Agra a Benarés, pasando antes por "La ciudad oculta de Orchha".
La zona oeste es la primera que visitamos y es la que tiene mayor colección de templos, considerados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, desde el año 1986. Lakshmana, que es el más próximo a la entrada, Varaha, Visvanatha o Kandariya Mahadev que destaca como uno de los más grandes y espectaculares con más de 30 metros de altura y poco menos de mil estatuas. Aquí es donde nuestro guía para la visita, nos comienza a contar algunas de las historias sobre la construcción de estos maravillosos templos.
Nos cuenta que las esculturas de Khajuraho no son solo de dioses y diosas practicando sexo. Hay un buen número de dibujos geométrico y florales en techos, molduras y columnas o figuras de bailes y música o actividades cotidianas. Las figuras de animales suelen estar en las entradas de los templos y algunas de ellas son de gran tamaño, rompiendo así la monotonía de las paredes de los templos profusamente decoradas con figuras humanas de arenisca; algo muy distinto a los suaves relieves de las imágenes que pudimos ver en nuestro viaje de "Siete días en Egipto".
Ya sea por placer, amor o ambas, el hecho es que estos templos son un homenaje a la actividad del sexo. Para unos, los templos son un homenaje al matrimonio de Shivá y Párvati, para otros como método para alcanzar la iluminación como fuente de felicidad en el plano terrenal y quizá para la mayoría algo menos espiritual con la intención de que los jóvenes aprendieran el Kámasutra y no quisieran marcha a la guerra y para los guerreros que volvían desconcertados después de años de luchas, tuvieran una bienvenida tal, que no desearan nunca más marcharse. Mejor sexo y amor, que no la guerra.
Desde luego el reclamo es estupendo. Amor y sexo, el Kamasutra tallado en las paredes de algo mas de una veintena de templos en un lugar que se encuentra en las típicas rutas turísticas de India, a mitad de camino entra las ciudades de Agra y el Taj Mahal y la ciudad sagrada de Benarés.
No solo conoceremos uno de los más bellos espacios de la India, sino que además, sin poder evitarlo, nos hará gracia mirar aquello que normalmente escondemos, las manos van al pan y las miradas a los detalles y nuestras sonrisas se pueden confundir con las de muchos otros turistas, incluyendo alguna estirada dama inglesa.
Lo que está claro y así poco a poco vamos descubriendo paseando por el complejo, es que el sexo se reproduce en sus fachadas sin ninguna cortapisa. Podemos ver las más variadas escenas de sexo, sexo oral, posturas inverosímiles, orgías e incluso sexo con animales, para mi gusto nada obscenas y en muchas ocasiones no faltas de humor y terceras intenciones.
En definitiva sexo sin tapujos como expresión destacada del arte reconocidas en todo el mundo, acomplejando a Facebook o Instagram cuando obligan a tapar el sexo o los pezones en sus fotografías eróticas, que no pornográficas y algo más explicito que el "sexo duro" del Rapto de Proserpina.
Terminado el recorrido por la zona oeste, atravesamos Khajuraho hacia el este para visitar otro grupo menos numeroso de templos. Aquí hay seis templos, tres hinduistas y tres jainistas que se distinguen perfectamente. Entre ellos destaca el Templo Parsvanath que cuenta con una escultura del dios Shiva y su esposa Parvati además de muchas otras figuras femeninas con instrumentos musicales o acciones cotidianas. Los dos templos de la zona sur, son más pequeños y están alejados con lo que como en nuestro caso, son menos visitados.
Después de ver las sensuales y sublimes esculturas de los templos de Khajuraho, una de las siete maravillas de la India, terminamos el recorrido programado con la visita de una de las tiendas más importantes de la población, "Karan Jewellers", colecciones de gemas, joyas de oro y plata, artesanía tradicional y textil, sin movernos del sitio. Una buena ocasión que Merche aprovechó para hacerse con un buen par de bonitos recuerdos de la visita.
Nuestros vuelos domésticos eran distintos y Julian debió salir antes que Merche y yo. Como ya os conté, las distancias son muy cortas y después de despedirlo hasta vernos de nuevo en Benarés, nuestro joven guía nos dio un buen paseo por la población. Pudimos pasear junto al Shivsagar Lake y visitar las tiendas locales donde tomamos un magnifico té mientras charlamos con los comerciantes y regateamos el precio del tabaco local.
Con nuestro guía local recorrimos el enorme mercadillo ambulante con las típicas tiendas textiles de miles de "Colores de la India", especias y todo tipo de utensilios para la vida cotidiana de esta pequeña maravilla de ciudad, Khajuraho, que dejamos horas después para continuar viaje y coger nuestro vuelo a la ciudad sagrada y espiritual de Benarés.
* todas las fotografías de este artículo
se han realizado con una cámara Nikon D850
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